Es preciso, para todas las mujeres mexicanas,

ampliar su horizonte; que se les eduque e instruya,

que cultiven la mente y aprendan a pensar.

Antonieta Rivas Mercado

Escritora, mecenas y activista
CDMX – París
28/04/1900 – 11/02/1931

La luz de las ideas apagada ante la vorágine del mundo

🖋 Gloria G. Fons © (@gloriagfons)

Federico García Lorca dijo de ella “es una de las mujeres más inteligentes que conozco”. María Antonieta Valeria Rivas Mercado Castellanos llegó al mundo el primer abril del siglo XX. Nació y creció en una mansión ubicada en la entonces aristocrática colonia Guerrero; aquella residencia emblemática de la porfiriana Ciudad de México fue diseñada por su padre, el célebre arquitecto Antonio Rivas Mercado.

El color moreno de la piel de Antonieta le hizo padecer la indiferencia y el desamor de su madre, la distinguida Matilde Castellanos Haaf; el desprecio de la mujer que debió amarla marcaría para siempre el destino de Antonieta, quien viviría decepción tras decepción a lo largo de su breve existencia. La niña Antonieta recibió una educación privilegiada, incluso para la época actual; estudió arte, historia, inglés, francés, alemán, griego, piano, violín, danza, siendo ésta última una de sus máximas pasiones; pasión que también sintió por la escritura, habilidad que comenzó a desarrollar desde los tres años. Amaba leer y los libros fueron su eterna compañía; además de la literatura se interesaba por revisar en los periódicos los sucesos político-sociales que atravesaba el país en la primera década de 1900.

Durante el estallido de la Revolución, la burguesa familia Rivas Mercado vivió enclaustrada en su palacete. El arquitecto solía encerrar a las niñas en el sótano por el eterno temor de que la mansión fuese saqueada por bandoleros, y pese a su fortuna no tenían garantizada la estabilidad en un periodo de desabasto. En esa época, su madre se fue a Europa, dejó a la familia para irse con su amante.

A los 18 años la señorita Rivas Mercado se casó con el estadounidense Albert Blair. Los celos de Albert rayaban en lo absurdo, lo que lo convirtió en un Otelo que incluso llegó a quemar los libros de Antonieta. Por esta razón, Antonieta fue una de las primeras mujeres que iniciaría en México un proceso de divorcio, en donde también luchó por la custodia de su único hijo.

Antonieta propuso, durante la campaña presidencial de José Vasconcelos, que a las mujeres se les permitiera estudiar y trabajar; siendo una eterna promotora del voto femenino. Debido a la tensión política y a las amenazas de Plutarco Elías Calles, la pareja Vasconcelos-Rivas Mercado se exilió en París; el apoyo incondicional que Antonieta le brindó a José la llevó a una crisis económica y moral; estaba deprimida, arruinada por La Gran Depresión de 1929, había perdido la custodia de su hijo, y estaba decepcionada por su infértil lucha por construir un México de igualdades. Un México que aún no estaba preparado para dar cabida a una mujer intelectual que promovía y defendía la educación, la cultura y las artes.

Aquella Antonieta de lúcidas ideas estaba sensible ante la vorágine de acontecimientos por los que atravesaba su vida. La mañana del 11 de febrero de 1931, Antonieta, su soledad y su melancolía, salieron del hotel de la place de la Sorbonne; sus pasos silenciosos se dirigieron hasta Notre Dame, ahí se disparó directo al corazón. El eco del estallido cimbró a la catedral, que tuvo que ser “exorcizada” para limpiar al sagrado recinto del pecado cometido por Antonieta. Su familia, avergonzada por el sacrilegio, la abandonó en un cementerio de París.

El legado de Antonieta fue poner al servicio de su patria, de una causa que creyó justa, su dinero, sus actos y sus ideas. Como mecenas dispuso su fortuna para promover la cultura y las artes, apoyando de manera incondicional a escritores, actores y pintores. Ni su familia ni sus amigos pagaron la perpetuidad del sepulcro parisino, así fue como sus restos acabaron en la fosa común. Un triste final para una mujer que lo único que tuvo de común fue su tumba.

Este relato es producto de la investigación e imaginación de la autora.

Antonieta Rivas Mercado

  • Dispuso su fortuna para promover la cultura y las artes en México, apoyó de manera incondicional a escritores, actores y pintores.
  • Durante la campaña presidencial de José Vasconcelos, propuso que a las mujeres se les permitiera estudiar y trabajar; además fue una eterna promotora del voto femenino.
  • La mañana del 11 de febrero de 1931 se quitó la vida con un disparo directo al corazón en el interior de la catedral de Notre Dame.

Bibliografía

Kathryn, B. (1995). A la sombra del Ángel. México: Grupo Patria Cultural.
Acosta Gamas, T. (2018). Antonieta Rivas Mercado, Obras. México: Secretaría de Cultura-Siglo XXI Editores.
Bradu, F. (1991). Antonieta (1900-1931). México: México, Fondo de Cultura Económica.

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