En la Facultad de Ingeniería no había mujeres registradas de 1792 a 1909. En 1930, Concepción Mendizábal fue la primera en recibir el título.

Concepción Mendizábal Mendoza

Primera ingeniera civil titulada
CDMX – CDMX
04/03/1893 – 23/11/1985

Entre piedras y ladrillos, ella construyó el camino

🖋 Karla Hernández Ordóñez © (@karluchidez)

¡Lo logré! Aquel 11 de febrero de 1930, a mis 36 años, escuché la voz de uno de los jurados leyendo el acta de aprobación de mi examen profesional: “Hacemos constar que la Srita. Mendizábal es la primera mujer que en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional ha obtenido el título de Ingeniero Civil”.

Ahí estaba yo, parada en el Salón de Actos de la Escuela Nacional de Ingenieros (hoy Palacio de Minería de la Facultad de Ingeniería de la UNAM), recibiendo una ovación del jurado, integrado ¡claro! solo por caballeros. Los profesores e ingenieros Claudio Castro (presidente), Alberto Barocio (secretario) y los sinodales Salvador Medina, Ángel Peimbert y Eugenio Kleimberg.

Clara y concisa respondí todas las preguntas que los cinco hombres hicieron sobre mi tesis: “Proyecto de una torre elevada de concreto armado para 300 metros cúbicos de agua, de 20 metros de alto con un mirador en la parte superior; desarrollando los principales detalles de la construcción”. Para comprobar todo el trabajo, entregué una Memoria de las Prácticas que realicé en el Laboratorio de Ensayos de Materiales de la Escuela y de la Comisión Nacional de Caminos, espacios en los que la materia prima eran piedras y cementos. Agregué fotografías de las pruebas e hice que me retrataran trabajando. En aquel momento imprimir fotos era costoso, pero debía demostrar el esfuerzo de una mujer en un espacio de varones. Hoy ese documento se encuentra en el Acervo Histórico del Palacio de Minería.

Nadie creyó que una chica se interesaría en la construcción de puentes y caminos, un trabajo arduo que hasta ese momento, por la dureza de los materiales (tabique, varilla, grava), solo era terreno de hombres. La Revista de Ingeniería de la escuela publicó una página completa con la noticia: “Primera mujer obtiene en México el título de ingeniero civil”. Seguido de “no obstante la condición de su sexo, el jurado, en cumplimiento de su deber, se mostró con igual rigidez que con los demás pasantes de ingeniería que han examinado y el otorgarle la nota aprobatoria en esta forma ha sido para la señorita ingeniero motivo más de satisfacción y prueba de su competencia”.

Quién iba a imaginar que la chica que en 1921 fue aceptada como oyente en la Escuela Nacional de Ingenieros, por no tener certificado de bachillerato, concluyó sus estudios de ingeniería civil en aulas repletas de hombres. En aquel momento solo éramos cuatro mujeres en toda la escuela.

Llegar a este punto no fue sencillo. Desde pequeña tuve claro que quería ser ingeniera como mi padre, Joaquín Mendizábal y Tamborrel, quien también fue geógrafo y matemático. Trabajó para el Observatorio Astronómico Nacional, formó parte de la comisión encargada de delimitar la frontera entre México y Guatemala y se dedicó a la enseñanza.

Mi sueño era construir carreteras y canales. Para ello necesitaba saber de cálculo, mecánica, física e hidráulica. Mi madre, Luisa Mendoza Gutiérrez, alentó mis estudios. Me inscribió en la Normal para Maestras, donde asistían las mujeres de la época que aspiraban una profesión. Fue fácil, obtuve buenas calificaciones pero no quería ser institutriz de señoritas. Para perfeccionar mis saberes, me inscribí a la Escuela Nacional de Altos Estudios y tomé todos los cursos de matemáticas que se impartían.

Finalmente, en 1926 logré que me revalidaran estas materias como el equivalente al grado de estudios de la Escuela Nacional Preparatoria, requisito para regularizar mi situación académica en la Escuela Nacional de Ingenieros. Así obtuve el pase definitivo para inscribirme a los cursos de ingeniería civil. ¡Qué felicidad!

Cuando todo era perfecto, mi padre murió. ¡Cuánta tristeza! Tras varios días de duelo, regresé a terminar mis estudios. En la gaceta de la escuela se leía: “no obstante la rudeza de un golpe de esa magnitud, sobre todo para la constitución delicada de una mujer, volvió la señorita Mendizábal a reanudar sus labores. Y ni el año ya tan avanzado ni su pena tan intensa la hicieron flaquear lo más mínimo”.

Siempre fui testaruda y perseverante. Terminé los estudios un año después, en el hermoso edificio de Tacuba, el Palacio de Minería. Mis otras tres compañeras se casaron, tuvieron hijos o abandonaron los estudios a medida que las materias se dificultaban.

En 1934, tras la titulación, la Universidad reconoció mis estudios en Topografía e Hidrografía y ejercí esas especialidades. Desde entonces, me dediqué a la enseñanza y actividades administrativas en mi alma máter y en Petróleos Mexicanos. Fui prosecretaria de la Sociedad Científica Antonio Alzate, donde mi padre fue fundador. Además, coautora del Índice general por autores y materias de los tomos 1 al 52 (1887-1931) de las Memorias y Revista de la Sociedad Científica Antonio Alzate, junto con Rafael Aguilar y Santillán.

Con gran emoción recibí el Premio Ruth Rivera 1974, junto con la primera arquitecta mexicana, la veracruzana María Luisa Dehesa. En aquella ceremonia, en el salón El Generalito de la Escuela Nacional Preparatoria, el rector Guillermo Soberón Acevedo reconoció nuestra perseverancia y trayectoria.

No me casé ni tuve hijos. El 23 de noviembre de 1985 fallecí a los 92 años, con el orgullo de ser recordada como la mujer, que sin importar la condición de su sexo, destacó en un ambiente de hombres.

Este relato es producto de la investigación e imaginación de la autora.

Concepción Mendizábal Mendoza

  • De 1792 a 1909, en la Facultad de Ingeniería no había mujeres registradas; para 1921 había tres alumnas; sin embargo, en 1930 la primera en recibir el título fue Concepción Mendizábal.
  • Siempre quiso ser ingeniera como su padre, cuando él murió y al pasar duros días de duelo, regresó a terminar sus estudios.
  • En 1974 recibió el premio Ruth Rivera, que reconoce la presencia de las mujeres en la ingeniería y arquitectura.

Bibliografía

Cruz Hernández, G. (2018). Concepción Mendizábal Mendoza. 2019, del Instituto de Investigaciones Históricas Políticas Económicas y Sociales. Sitio web: https://institutohistorico.org/concepcion-mendizabal-mendoza/
Gilberto Adame, A. (2017). De armas tomar, feministas y luchadoras sociales de la Revolución Mexicana. México: Aguilar.
Concepción Mendizábal, la primera ingeniera del país. 2019, de Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México A.C.. Sitio web: http://www.aiam-ac.org.mx/2019/03/concepcion-mendizabal-la-primera.html
Escamilla, O. y Pineda, H. (2012). Concepción Mendizábal, la primera ingeniera mexicana. 2019, de Gaceta Digital de la Facultad de Ingeniería. Sitio web: http://www.ingenieria.unam.mx/paginas/gaceta/pdf/2012/gaceta5_2012.pdf

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