Nací en Huautla de Jiménez, Oaxaca, un lugar en lo alto de la sierra oaxaqueña. Mi padre murió cuando era pequeña y mi madre tuvo que empezar a trabajar fuera de casa. Cuando se iba, mi hermanita Ana y yo nos quedábamos encargadas con una tía, pero ella no nos quería y para desquitarse nos escondía las tortillas y el café. Siempre teníamos hambre. Nos íbamos al monte con los chivos y sentíamos las tripas chillando desesperadas. Ana lloraba y yo también, no queríamos seguir así.
Ciencia
¡Lo logré! Aquel 11 de febrero de 1930, a mis 36 años, escuché la voz de uno de los jurados leyendo el acta de aprobación de mi examen profesional: "Hacemos constar que la Srita. Mendizábal es la primera mujer que en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional ha obtenido el título de Ingeniero Civil".
Soñé en convertirme en médica en un tiempo en que nos era negado. No imaginaba las barreras incluso invisibles a las que debía enfrentarme, por ejemplo: no podía titularme porque la escuela sólo se lo permitía a los alumnos. Y en mi época, “alumnos” sólo se refería al género masculino.