Carmen Serdán

carmen serdan

Carmen Serdán

Tocaron la puerta, solo quedó tomar mi valor y mi arma. Sabía que había llegado el momento, lo que mi hermano Aquiles me había advertido, que los porfiristas vendrían en cualquier momento por nosotros. Alcancé a mirar por la ventana, eran los federales. ¡Venían por nosotros, no había de otra!