¿Qué mujeres mexicanas te inspiran?
María Eugenia Chellet creció en un ambiente católico muy tradicional en el que los hombres tomaban todas las decisiones, pero desde joven defendió su autonomía y en la década de los 60 rompió con moldes que la sociedad había impuesto. Fungió como modelo de arte, ejercicio que la proveyó de autoconciencia ante su propio cuerpo. De oficio periodista, se decantó por la fotografía y comenzó a hacer collages, utilizó la técnica del fotomontaje y dio un salto a la tridimensionalidad: el arte objeto, la instalación y el performance.
Su obra aborda el autorretrato como una forma de autoconocimiento y retoma imágenes del arte universal y los medios masivos de comunicación. Al mezclar arte clásico con arquetipos de la mujer del siglo XX, explora lo femenino en la búsqueda de la existencia entre el tiempo y el espacio, entendiendo a la mujer como un universo completo y complejo en constante transformación. Su trabajo se ha expuesto, entre otros lugares, en Sao Paulo, Guatemala, La Habana, Nueva York y Viena.
Dejar las autolimitaciones y las limitaciones de educación es fundamental, después, creértela.
A mí se me transmitió la idea de que el arte era para hombres, era para genios y era para ellos. Yo no soñaba con ser artista, sí soñaba, pero no podía soñar.
Las mujeres no estamos locas, aunque se nos tache de locas, (…) las mujeres somos maravillosamente locas, pero de otra manera.
Vale la pena dejarnos ayudar, no volvernos Superwoman, y recargarnos en quien nos tienda la mano.
‘La Tigresa’ me parece sensacional, su mundo falso, su mundo kitsch, cómo se presenta (…). Como figura dentro de un contexto muy popular, pero también sofisticado.
El estereotipo es el mundo que ahora nos rodea más cabalmente, porque es una simplificación (…) y la publicidad es su máximo vocero.
Nuestra perspectiva se está moviendo de lugar, y estoy muy contenta por ello.
(Sobre Nuestras Voces) Se va a generar un mundo de mujeres que son consideradas por las mismas mujeres.