Porque sois incapaces de defender a vuestros conciudadanos, por eso lo hacemos nosotras, porque sois incapaces de defender vuestra libertad, por eso hemos venido a defenderla para nuestros hijos, para la posteridad a quien no queremos legar sólo la mancha de nuestra ignominiosa cobardía.
Juana Belén Gutiérrez de Mendoza
Sufragista, activista y periodista
Durango – CDMX
27/01/1875 – 13/07/1942

De la imprenta al regimiento

🖋 Jeanette Muñoz López ©

Mandé a fusilar a uno de los hombres de mi tropa. No había de otra: violó a una de las mujeres de mi regimiento. A los demás soldados no les gustó. No están acostumbrados a que “una vieja los dirija”. Ni modo. Bajo mi mando, ninguna mujer será abusada. Si hay infractores, los pasaré por el fusil.

Mi nombre es Juana Belén Gutiérrez de Mendoza. He pasado varias horas pensando en cómo contarles mi historia. La primera idea que llegó a mí fue hablarles sobre la muerte de Santiago, mi hijo, pero no sé cómo hacerlo, así que solo diré que Vésper se llamó el diario que fundé cuando por fin acepté que mi mayor talento estaba en las letras. Vésper, como la estrella de la mañana que hacía sonreír a mi pequeño niño.

A mis 22 años empecé a colaborar en periódicos opositores al régimen porfirista. Un reportaje acerca de las condiciones laborales en el mineral de la Esmeralda, Chihuahua, me valió el primero de los muchos encarcelamientos que sufriría en mi vida.

Al salir de prisión me mudé a Guanajuato y edité el Vésper, una publicación semanal antiporfirista; su tono pronto causó alarma entre las autoridades. Mi imprenta fue decomisada y huí a la Ciudad de México, donde me relacioné con un grupo liberal… no es una historia edificante, incluye encarcelamientos, destierros y muchos chismes políticos. Acaba con Ricardo Flores Magón acusándome de un “safismo pútrido que le repugnaba”.

Los años previos al estallido de la Revolución fueron de arduo trabajo: entre otras cosas contribuí al nacimiento de un par de asociaciones feministas que exigieron el derecho al voto para las mujeres.

Me encontraba en Morelos cuando mataron a Madero. Estaba al frente del regimiento Victoria. Era la coronela, Zapata me había dado el nombramiento. Ahí tuve que fusilar a un hombre.

Mi adhesión a la causa zapatista me llevó ─sí, de nuevo─ a prisión; pero fiel a mis ideales, al salir retomé la publicación de mi semanario.

Los años siguientes tuvieron un poco de todo: apoyé la creación de un diario especializado en las necesidades de los pueblos indígenas; fundé una comunidad agrícola experimental en Morelos; me uní como maestra rural a la cruzada por la educación, emprendida por Vasconcelos; fui inspectora de escuelas rurales; también directora de una escuela para señoritas en Michoacán; y, en plena Guerra Cristera, presidí un hospital civil, en Zacatecas.

A pesar de todos estos trabajos nunca abandoné la escritura ni la crítica de las condiciones sociales del país. En 1924, publiqué mi libro Por la tierra y por la raza.

En virtud de mis servicios, durante mi vejez el Estado me concedió una pensión de cinco pesos diarios. Podrían pensar que con tanto trabajo dejé una cuantiosa fortuna a mis dos hijas, pero no es así. La última de mis posesiones, mi imprenta, fue vendida para cubrir los gastos médicos de una de mis nietas. El día de mi muerte, a mis 64 años, la falta de dinero obligó a una de mis hijas a vender mi máquina de escribir para poder pagar mi entierro.

Este relato es producto de la investigación e imaginación de la autora.
Juana Belén Gutiérrez de Mendoza
  • En 1901 fundó el Vésper, una publicación de oposición al Gobierno de Porfirio Díaz.
  • A los 22 años, un reportaje acerca de las condiciones laborales en el mineral de la Esmeralda, Chihuahua, le valió el primero de los muchos encarcelamientos que sufrió.
  • Previo a la Revolución, contribuyó al nacimiento de asociaciones feministas que exigieron el derecho al voto de las mujeres.
  • A pesar de su arduo trabajo, el día de su muerte, la falta de dinero obligó a una de sus hijas a vender su máquina de escribir para poder pagar su entierro.

Bibliografía

Mendieta, María de los Ángeles. Juana B. Gutiérrez de Mendoza. Precursora de la Revolución Mexicana. México: Talleres de Impresores de Morelos, 1983.
Villaneda, Alicia. Justicia y libertad. Juana Gutiérrez de Mendoza. 1875-1942. México: Documentación y Estudios de Mujeres, 1942.
Vésper, 15 de mayo de 1903, en Mendieta, Juana B. Gutiérrez de Mendoza, p. 151.

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Comentarios (1)

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Francesca Gargallo Celentani

Me sorprende que antes de la Revolución defendiera el derecho al voto de las mujeres y en República Femenina lo despreciara como un instrumento de control patriarcal. Qué capacidad de entender la especificidad de la historia política femenina! Gracias por tu cuento, siempre me ha gustado la figura de Juana Belén

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